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Paisajes deformados.

 

Al igual que los paisajes del siglo XIX que evocaban la naturaleza destructora,he buscado recrear esa sensación devastadora a través de la expansión de la pintura. Así, partiendo de la figuración, he llegado a la imagen abstracta.

No obstante, de esta disolución surge algo nuevo creado de esta cualidad demoledora. Se trata, por tanto, de una dualidad destructora y constructora al mismo tiempo.

 

"El mar (“la madre”) en el cual se penetra es el oscuro problema, la condición sin tiempo ni lugar ni opuestos (arriba y abajo) porque todavía es algo indiferenciado, que no crea nada nuevo y por lo tanto es eterna. La imagen del mar(madre) también es la imagen de la profundidad del inconsciente que vive al mismo tiempo en el presente, en el pasado y en el futuro, es decir fuera del tiempo , y donde todos los lugares se confunden (en el lugar original) y donde los opuestos tienen el mismo significado . Y es precisamente en esta madre originaria (el inconsciente) donde toda representación diferenciada por ella aspira a ser disuelta, es decir que quiere transformarse en el estado indiferenciado", La destrucción como causa del devenir, Sabina Spielrein.

 

Acrílico sobre soporte rígido. 2012, 2013 y 2014. 50x70; 50x70; 50x70; 50x70; 100x70 y 54'5x45'8 cm, respectivamente.

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